Resultados

En esta página:

  1. Presentación del proyecto
  2. Resumen de la tesina
  3. Acceso y publicación de la tesina
  4. Resultados destacados
  5. Enviar una pregunta adicional
  6. ¿Cómo evaluaría esta página y su contenido?

Presentación del proyecto

Mi proyecto de maestría, titulado Identificación y relación con las normas del español venezolano: Percepciones de hablantes nativos (en francés: Identification et relation aux normes de l’espagnol vénézuélien : Perceptions de locutrices et de locuteurs) fue avalado por el Consejo del Departamento de lingüística y traducción de la Universidad de Montreal (Université de Montréal), Canadá, el miércoles 27 de octubre del 2021.

En el marco de este proyecto, me dirigieron la profesora Mireille Tremblay, directora del Departamento de lingüística y traducción, y el profesor Enrique Pato, profesor titular en el Departamento de literaturas y lenguas del mundo y en el Centro de estudios medievales.

El cuestionario fue aprobado por el Comité de ética de investigación en artes y humanidades (CERAH) el jueves 3 de febrero del 2022, y estuvo disponible en linea entre el 15 de febrero y el 18 de abril.

La tesina fue depositada inicialmente el 31 de agosto. El jurado la aprobó el 1° de noviembre y realicé el depósito final el 7 de diciembre del 2022.

Resumen de la tesina

Esta tesina se ubica en sociolingüística, particularmente en dialectología perceptual. Se interesa por los fenómenos de variación, por la(s) norma(s) y por las actitudes de la comunidad venezolana acerca de las hablas de su país. Se basa en el análisis cuantitativo y cualitativo de las respuestas que 380 hablantes del español venezolano nos entregaron a través de un cuestionario sociolingüístico semiestructurado en línea. Proponemos responder a las siguientes tres preguntas: ¿puede observarse una norma para el español venezolano? ¿Puede determinarse si un campo (fonético, lexical o gramatical) produce resultados más significativos para el estudio dialectológico? Y, por último, ¿dónde se puede ubicar la norma del español venezolano, y cómo se pueden explicar nuestros resultados con respecto a la literatura previa?

Empezamos por preguntarnos si se puede observar una norma para el español venezolano. Tras cuantificar y cualificar las actitudes y opiniones lingüísticas, encontramos que sí existen diferencias significativas entre nuestras variables fonético-fonológicas, lexicales y morfológico- sintácticas que permiten estratificarlas y agruparlas según si se ven más o menos favorecidas en cuanto a su pertenencia a la norma del español venezolano oral.

Dado que fuimos capaces de comparar los resultados de los tres campos fonético-fonológico, lexical y morfológico-sintáctico, en el marco de nuestra segunda pregunta de investigación, determinamos que las preguntas acerca del léxico generaban más comentarios espontáneos que las de la sección gramatical, y permitían realizar un análisis levemente más significativo que las de la sección fonética-fonológica.

Finalmente, en una sección diferente del cuestionario, quisimos ubicar la norma del español venezolano en el país y comparar nuestros resultados con la literatura previa. Concluimos que, de acuerdo con las varias observaciones que se encuentran en trabajos anteriores, Venezuela parece contar con una norma bicéfala, aunque nuestros datos no permitieron determinar si se trata de las normas de cada una de las áreas dialectales a las que Venezuela pertenece (la caribe y la andina), o si existen dos normas concurrentes para el conjunto de la población.

GRAINDORGE Alexis. (2022). Identification et relation aux normes de l’espagnol vénézuélien : Perceptions de locutrices et de locuteurs [Identificación y relación con las normas del español venezolano: Percepciones de hablantes nativos]. TREMBLAY, M. & PATO, E. (dir.). Tesina de maestría. Universidad de Montreal.

Acceso y publicación de la tesina

La tesina se publicará en la página oficial de las memorias y tesinas del Departamento de lingüística y traducción de la Universidad de Montreal en el año 2023 (en francés). Entretanto, compartiré los resultados principales en esta página.

Ya se puede encontrar el texto completo en mi página ResearchGate.

¿Le interesa tener acceso al texto completo (en francés) directamente por correo?

Debería ver un botón con el texto « 🔎 Recibir el PDF de la tesina » abajo de la pantalla, del lado izquierdo. Complete el formulario con su correo electrónico, y así de rapidito, le mandaré la versión PDF (14 Mo, en francés) de la tesina cuando vea su mensaje. ☺︎

Resultados destacados

Haga clic en la pregunta que le interesa para leer la respuesta.

¿Quiénes fueron los participantes?

→  Logré recibir y analizar los datos de 380 participaciones completas. Entre ellas eran 231 mujeres (61%), 144 hombres (38%) y 4 personas no-binarias (1%).

→  La edad de los participantes iba de los 18 a los 78 años, con una edad media de 45,5 años. Una cuarta parte de los participantes tenía menos de 33 años, y otra cuarta parte más de 58. Dicho de otro modo, aunque el cuestionario estuviera en línea, la muestra de participantes (= el conjunto de los que participaron) mayoritariamente no se compuso de gente muy joven. Este hecho resultó muy útil para el estudio, ya que pude analizar las actitudes entre varias generaciones.

→  Las participaciones llegaron principalmente de Caracas (164), el Zulia (46), los Andes (39), Miranda (30), Carabobo (17), Aragua (14) y Lara (12). No hubo ninguna desde las Dependencias federales, Amazonas, Cojedes y Guyana. La gran mayoría de los participantes vivía en ciudades o zonas urbanizadas. Hubo más o menos tantas personas que respondieron desde Venezuela y en el exterior.

→  El 87% de los participantes declaró tener educación universitaria.

→  El 87,7% apuntó sentir orgullo nacional hacia Venezuela, y el 95,2% indicó cierta preferencia hacia el español venezolano comparado con las variedades vecinas.


¿Dónde se puede ubicar la norma venezolana en el país?

→  Es una pregunta más compleja de lo que parece. La mayoría de los artículos lingüísticos proponen que hay más de una norma en Venezuela —lo que es una situación poco común en el mundo hispánico—. Lo usual sería ubicar la norma oral de prestigio de un país en su capital, como puede ser el caso en México DF, México; Bogotá, Colombia; Buenos Aires, Argentina; y demás. En el caso de Venezuela, mientras sí se puede observar cierta preferencia hacia el habla de Caracas, no se encuentra en toda la población; al revés, en algunas regiones se prefiere el habla propia, como es el caso en los Andes.

→  Este hallazgo es coherente con los de encuestas previas. En efecto, unos lingüistas proponen al menos dos hablas prestigiosas en Venezuela: la caraqueña y la andina. ¡Otros lingüistas proponen hasta diez! En mi investigación, encontré dos zonas con hablas prestigiosas —Caracas y los Andes, como era de esperarse—.

→  Para ilustrar los datos que recogí, elaboré un mapa interactivo. Para verlo, puede hacer clic en este enlace. Podrá observar dos regiones en verde (la región capital y la andina) que son las donde se encuentran las dos variedades de prestigio del español venezolano.

→  En color rosa oscuro, encontrará los Llanos orientales, el caribe oriental y el estado Zulia, que son los que más críticas recogen entre mis participantes. ¡Cuidado! No significa que se hable « mal » en estas regiones. Más bien significa que pertenecen a dialectos distintos a los de las regiones vecinas.


En la encuesta había preguntas acerca de la pronunciación, del vocabulario y de la gramática. Tras el análisis, ¿cuáles son sus cualidades respectivas?

→  Por motivos distintos, fue muy interesante analizar a cada uno de estos temas. Muchos artículos se enfocan en un solo tema y tratan de retratar a un único aspecto del idioma —lo que les permite a los investigadores proponer resultados muy profundos en un tema determinado—. A través mi proyecto, mi meta más bien era ofrecer un retrato más global de los usos en Venezuela, por lo que yo no necesitaba ir muy profundo en la pronunciación, el léxico, la sintaxis o la morfología del castellano venezolano.

→  Proceder de esta manera me permitió comparar en cuál parte del cuestionario se enviaron más respuestas y comentarios. Pude observar que los participantes dejaron comentarios espontáneos más de una cuarta parte (27,5%) del tiempo en las preguntas sobre la pronunciación, pero solamente una quinta parte (20,8%) del tiempo en las preguntas sobre la gramática. Se dejaron comentarios en la parte sobre el vocabulario la cuarta parte del tiempo (25,9%). Dicho de otro modo, los participantes tenían un poco más que decir sobre la pronunciación que sobre la gramática, y el léxico se encuentra entre los dos.

→  También, encontré que el valor p (p-value) —que es una cifra indicando qué tan confiable es el análisis estadístico: cuanto más cerca de 0 mejor— era, en promedio, un poco mejor en los campos del vocabulario y de la gramática (inferior al 0,001, que es excelente) que en el campo de la pronunciación (0,007, que de igual modo es muy bueno). Acá se encuentra un artículo que presenta el valor p y lo explica más en detalle.

→  De hecho, la diferencia (entre 0,001 y 0,007) es tan pequeña que casi no hay diferencia en el análisis de los tres campos de estudio, y confirma que los lingüistas pueden interesarse por cualquier de ellos y encontrar resultados que las estadísticas confirmen. Propongo que, quizás con una cantidad de datos muy grande, se podría recibir más datos significativos (del punto de vista estadístico) si se interesa por el vocabulario.


¿Qué palabras, qué formas gramaticales y qué sonidos venezolanos se investigaron?

→  Aquí entrego una lista de las 13 palabras venezolanas que formaron parte de la encuesta (todas estas frases provienen del Internet y no me lo inventé nada ☺︎):

     – bochinche (Le damos conducción política o va a terminar en un bochinche [alboroto].)
     – burda de (Debo visitar a mi tía que está burda de [muy] enferma.)
     – cambur (El cambur [plátano], cuando ya está muy maduro, alimenta más.)
     – chamo (Yo salí de la casa y me encontré con un chamo [muchacho] que conocía a mi hermano.)
     – chévere (Hermano, estás en lo correcto; eso está sonando chévere [genial].)
     – chino (Un chino [niño] de dos años no capta palabras, pero sí emociones.)
     – cuchi (Tengo un sombrero rojo muy cuchi [lindo].)
     – guarimba (¿Será que con una guarimba [protesta callejera] vamos a resolver los problemas del estado?)
     – malandro (No me gusta hablar de ‘bandos’, porque me suena a malandros [delincuentes].)
     – musiú (Si se cruzaba con un musiú [extranjero] se cambiaba de acera.)
     – naguará (¡Naguará [Guau]! Tú sí has crecido.)
     – un poco de (Trabajó un poco de [muchos] años; veinte años, más o menos.)
     – verga (Si ganan el partido, cambia la verga [situación].)

→  Las 7 formas gramaticales por las que me interesé eran:

     – cambio de ‘m’ por ‘n’ en las conjugaciones con ‘nosotros’ (Estanos [Estamos] seguros que más nunca volverán.)
     – dequeísmo (Solemos creer de que [que] somos más observadas de lo que en realidad ocurre.)
     – inversión de los elementos en ‘nunca/nada/nadie más’ (Dice que más nunca [nunca más] volverán.)
     – ‘s’ adicional en el pretérito de 2a persona (Hace once años que te conozco, ¡cuánto me hicistes [hiciste] reír!)
     – uso de ‘y’ en vez de ‘e’ ante ‘i-‘ (Todos los medios de comunicación resaltaron la noticia a nivel nacional y [e] internacional.)
     – uso del pronombre personal fuerte ‘yo’ en vez de ‘a mí’ (Yo, [A mí] me gusta más el libro que la película.)
     – ‘vos’ zuliano (¡Anda vete que vos estáis [tú estás] muy chiquito!)

→  Finalmente, hice preguntas acerca de 13 sonidos, entre los cuales 5 estándar que se encuentran en todas las variedades de español, y 8 sonidos más que se pueden escuchar en Venezuela. En la lista ofrezco las transcripciones fonéticas, pero en esta otra página de mi sitio web ofrezco enlaces hacia ejemplos de cada pronunciación:

     – ‘d’ final: [d] estándar, [t] ensordecida y [ ] supresión.
     – ‘f’ inicial: [f] estándar, [ϕ] labializada y [x] aspirada.
     – ‘r’ final: [ɾ] estándar y [l] lateralizada.
     – ‘r’ inicial: [r] estándar y [ɹ] africada.
     – ‘s’ final: [s] estándar, [h] aspirada y [ ] supresión.


¿Qué fueron los resultados acerca del vocabulario?

→  Tras preguntas sobre lo común, lo correcto y lo venezolano que era cada uno de los 13 elementos léxicos investigados, pude organizarlos en una escala yendo desde los más normales (o que forman parte de la norma del español venezolano de hoy) hasta los que, propongo, no pertenecen al español venezolano actual en absoluto. Aquí presento los resultados.

Pertenencia a la norma Elementos léxicos
Por unanimidad, pertenecen a la norma venezolana actual bochinche, chamo, chévere, cambur, malandro   (1)
Globalmente, pertenecen a la norma venezolana actual burda de, naguará, guarimba, verga, cuchi, un poco de   (2)
No pertenecen a la norma venezolana actual chino, musiú   (3)

(1)  Bochinche, chamo, chévere, cambur y malandro son las palabras que se designaron como más comunes, más venezolanas y más frecuentes entre todas. Parece incontestable: estas palabras forman parte del español venezolano oral de a diario. Los participantes señalaron mucho aprecio hacia ellas, como en el siguiente comentario:
« Amo la palabra chévere y siento que me identifica 100% como venezolana tan así que a todos los colegas les he enseñado la palabra y les encanta y hasta la usan apropiadamente. »

(2)  Burda de, naguará, guarimba, verga, cuchi y un poco de son elementos sobre los que no todos los participantes estuvieron de acuerdo. Por ejemplo, varias personas señalaron que burda de era de jóvenes caraqueños de otra generación; que naguará era de uso muy regional; que verga era una palabra soez; o que cuchi era siempre de mujeres.

Las pruebas estadísticas no siempre coinciden con las críticas –que sí hay que tomar en consideración de igual modo–. Así, concluyo que ya que estas palabras se escuchan casi a diario, con frecuencia, y de igual modo son muy venezolanas, forman parte de la norma venezolana de hoy… aunque no les gusten a todos. Entre los (sumamente interesantes) comentarios que se recibieron acerca de estos términos había, por ejemplo:
« [Burda de] es vulgar en el sentido de poco educado. En el colegio los niños que usaban burda eran de baja clase, o patanes. »
« En mi experiencia [el uso de un poco de] está bastante extendido en Venezuela, pero en la version venezolana ese “un poco de” que originalmente significaría poca cantidad de algo, en Venezuela se transforma en todo lo contrario, en una medida de mucho, abundante, tanto que da “flojera contar”. Es tan frecuente que en mi caso muchas veces lo uso sin pensarlo, pero por lo dicho arriba es claro que su uso es incorrecto. »

(3)  Chino (niño) y musiú (extranjero) son las palabras que se designaron como más inusuales y menos frecuentes entre todas; hubo muchas personas que declararon no conocerlas en absoluto. Ya que en el pasado se observaron y documentaron sus usos, cabe concluir que, si algún día formaron parte de la norma del castellano venezolano, hoy son palabras de otra época, de uso limitado y/o regional, que ya no forman parte de la norma. Aquí comparto un comentario sobre cada una de estas palabras:
« [Musiú] es un vocablo que está en franco desuso. Eso es de la Caracas de antaño. Cosas de mi abuela y de mi mamá (que nació en 1922). Yo jamás he dicho esa palabra, al menos que apele al refrán: “El mismo musiú con diferente cachimbo(a)”… y no recuerdo cuándo fue la última vez que lo dije… si es que lo he dicho. »
« Jamás he escuchado la palabra “chino” con tal significado en el habla venezolana. »


¿Qué fueron los resultados acerca de la gramática?

→  De la misma manera que para el vocabulario, pude organizar los elementos gramaticales investigados en una escala yendo desde los más normales (o que forman parte de la norma del español venezolano de hoy) hasta los que, propongo, no pertenecen al español venezolano actual en absoluto. A continuación presento los resultados.

Pertenencia a la norma Elementos gramaticales
Por unanimidad, pertenece a la norma venezolana actual inversión de los elementos en ‘nunca/nada/nadie más’ (más nunca)   (4)
Globalmente, pertenecen a la norma venezolana actual dequeísmo, ‘s’ adicional en el pretérito de 2a persona (hicistes),
‘vos’ zuliano
  (5)
En cierta medida, pertenecen a la norma venezolana actual uso de ‘y’ en vez de ‘e’ ante ‘i-‘, cambio de ‘m’ por ‘n’
en las conjugaciones con ‘nosotros’ (estanos)
  (6)
No pertenece a la norma venezolana actual uso del pronombre personal fuerte ‘yo’ en vez de ‘a mí’   (7)

(4)  El único elemento que se aceptó de manera unánime en la norma del español venezolano actual fue más nunca/nada/nadie en vez del estándar nunca/nada/nadie más (inversión de los elementos). Se designó como la forma gramatical más común, más venezolana y más frecuente entre todas las que se investigaron. Sin ninguna duda forma parte del español venezolano oral de a diario. Es tan frecuente que fueron muchos los participantes en indicar que ni se habían dado cuenta de que era un uso venezolano. Incluso, una participante compartió la siguiente anécdota:
« Esas expresiones tan simpáticas nos definen plenamente. Recuerdo que una vez escribí un artículo y, al final de un párrafo, puse “Más nadita”. A un amigo español, corrector de gramática y de estilo, le dio un ataque y me dijo que así no era. “Pues eso será allá en España, porque aquí, sí”. Para mí, venezolana caraqueña, seguirá siendo más nada, más nunca y más nadie. Al menos que tenga que escribir algo formal apegándome a la norma. »

(5)  Los elementos gramaticales sobre los que no todos los participantes estuvieron de acuerdo –pero que siguen siendo aceptados por la mayoría– son el dequeísmo (de que en vez de que), la ‘s’ adicional en el pretérito de 2a persona (hicistes en vez de hiciste), y el ‘vos’ zuliano (por ejemplo, vos estáis en vez de tú estás). Se señaló que los dos primeros fenómenos eran simplemente incorrectos (véase cita siguiente), y que el ‘vos’ zuliano era, pues, propio del Zulia (y quizás de algunas regiones vecinas).
« Con sinceridad, hasta me he burlado de esa forma de hablar. Entre familiares y amigos he comentado que tenemos que hacer una campaña para erradicar [la ‘s’ adicional en pretérito. El dequeísmo] desde niño he sabido que es erróneo. Mi papá fue profesional universitario y siendo niños, nos ponía a leer la columna de Alexis Márquez Rodríguez, quien cuestionaba esa forma de hablar y explicaba porqué era errónea. »
A pesar de la presión social que se verifica en las pruebas estadísticas en contra de formas como creer de que e hicistes, cabe conceder que las cifras indican que son formas comunes, frecuentes y difundidas en Venezuela. Aunque no formaran parte de la norma de prestigio, el estudio lingüístico sugiere que sí forman parte del español venezolano de a diario.
En cuanto al uso de ‘vos’, ya que el español zuliano pertenece al español venezolano, también forma parte de la norma. Aunque no se use en todo el país, todos lo entienden y lo escuchan con más o menos frecuencia. Como bien dice un participante:
« Siendo de Capital no usamos esta palabra para dirigirnos a otro, automáticamente pensamos en Zulia, por lo que no es considerado errado, sólo es tomado como una forma regional de dirigirse a otro desde mi punto de vista. »

(6)  Son dos las formas gramaticales que, aunque se identifiquen como incorrectas, se distinguen por ser algo comunes y frecuentes en ciertas zonas o comunidades; se trata del cambio de ‘m’ por ‘n’ en las conjugaciones con ‘nosotros’ (estanos, estábanos) y del uso de y en vez de e ante ‘i-‘ (por ejemplo nacional y internacional). Existen a pesar de la presión social, y parecen recibir más críticas aún que el dequeísmo o formas como hicistes, fuistes, etc. Sobre todo, las pruebas estadísticas indican que son más comunes y más frecuentes en Venezuela que el uso de yo en vez de a mí (del que hablaré en un momento), por lo que no se puede proponer que no pertenecen al español venezolano del todo. En los comentarios recibidos destacan el siguiente refrán, así como lo incorrecto que se juzgan estas formas:
« Poema familiar para corregir esta pronunciación: Ívanos y veníanos comiendo guanábanos. Unos comíanos y otros cagábanos. »
« Literalmente, se hace bastante énfasis en estas reglas del español y no escuché muchas personas usando esta letra para continuar, excepto cuando íbamos al colegio. Se suele corregir mucho al que conecta una palabra incorrectamente en todos los estratos y se asocia con falta de educación hacerlo de esta forma. »

(7)  En fin, el uso de yo en vez de a mí, como por ejemplo en Yo, me gusta más el libro que la película, destaca como la forma más incorrecta, menos frecuente y menos difundida en Venezuela entre todas las formas que se investigaron. No cabe duda: esta forma de expresarse no pertenece al español venezolano. Los comentarios que se enviaron al respecto iban algo así:
« Nunca lo he escuchado ni utilizado. »
« El venezolano no se expresa así. »


DISPONIBLE PRONTO: ¿Qué fueron los resultados acerca de la pronunciación?

X.


DISPONIBLE PRONTO: Algunos elementos investigados no me suenan venezolanos para nada, como por ejemplo chino (niño) o el uso de yo en vez de a mí. ¿De dónde vienen y por qué se incluyeron en el análisis?

X.

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La añadiré en la página cuando me entere. Este proceso es anónimo.

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